A la esfinge de Aranjuez le ha cambiado la pose.
Es más candor que malicia, aun candor majestuoso.
Ha borrado la ironía de su sonrisa de boca perfecta.
Su mirada impertinente, a veces soñadora, quiere atravesarte.
Espera la respuesta al enigma que tiró de sus ojos a tu cara.
Ella calla, ha olvidado la solución.
Si erras, no te matará.
Y aunque aciertes, no morirá.
Porque aunque esfinges son las esfinges de hoy,
ya no son lo eran.
"Desde un ángulo obscuro de mi estancia, durante más tiempo del que puedo imaginarme, una Esfinge bella y silenciosa me acecha a través de las tinieblas ondulantes.
Intangible y quieta, no se alza ni hace el menor movimiento. Poco le importan las lunas de plata y los soles remolinantes.
En el aire el rojo substituye al gris; las oleadas de luz de Luna vienen y se van, pero cuando llega el alba, ella no se va y cuando vuelve la noche, sigue ahí.
La aurora sigue a la aurora y las noches declinan, y durante todo ese tiempo esta extraña gata permanece extendida sobre el tapiz chino, con sus ojos de raso con orla de oro.
Permanece acostada sobre el tapiz, espiando oblicuamente, y sobre su pecho moreno y dorado ondea su piel suave y sedosa, con estremecimientos que llegan a veces hasta sus orejas puntiagudas.
Acércate ya, mi hermoso senescal, que dormitas en tu postura estatuaria. Acércate ya, ser de una extravagancia exquisita, mitad mujer, mitad animal.
Acércate, encantadora y lánguida Esfinge mía, ven a colocar tu cabeza sobre mi rodilla y déjame acariciar tu pecho y observar tu cuerpo moteado como el de un lince".
Intangible y quieta, no se alza ni hace el menor movimiento. Poco le importan las lunas de plata y los soles remolinantes.
En el aire el rojo substituye al gris; las oleadas de luz de Luna vienen y se van, pero cuando llega el alba, ella no se va y cuando vuelve la noche, sigue ahí.
La aurora sigue a la aurora y las noches declinan, y durante todo ese tiempo esta extraña gata permanece extendida sobre el tapiz chino, con sus ojos de raso con orla de oro.
Permanece acostada sobre el tapiz, espiando oblicuamente, y sobre su pecho moreno y dorado ondea su piel suave y sedosa, con estremecimientos que llegan a veces hasta sus orejas puntiagudas.
Acércate ya, mi hermoso senescal, que dormitas en tu postura estatuaria. Acércate ya, ser de una extravagancia exquisita, mitad mujer, mitad animal.
Acércate, encantadora y lánguida Esfinge mía, ven a colocar tu cabeza sobre mi rodilla y déjame acariciar tu pecho y observar tu cuerpo moteado como el de un lince".
Oscar Wilde, La esfinge
9 comentarios:
Muy sugerente el post de hoy
Es como la traslacíón a texto de un cuadro de Moreau.
La figura de la esfinge siempre me ha parecido sugerente. Estas de Aranjuez son más francesas imperio que decadentes, desde luego.
Fernando, tienes razón: las ilustraciones para La Esfigne de Wilde fueron hechas por Beardsley, captan la fiereza y crueldad de la esfinge, pero su tendencia a lo monocromo deja escapar la fuerza cromática, el lujo, el ambiente oriental y los olores si me apuras que emanan de los cuadros de Moreau (pensar en Salomé es un tópico inevitable,)incluso su minuciosidad de orfebre tienen su correspondencia en el poema de Wilde. Realmente en La Esfinge de Wilde es de sus textos más ajustados al simbolismo, tuve al menos esa sensación.
Me he acordado de la esfinge de Bomarzo. Te la pongo en el margen, aunque la foto no le haga justicia.
TU CH'ENTRI QUI CON MENTE PARTE A PARTE ET DIMMI POI SE TANTE MARAVIGLIE SIEN FATTE PER INGANNO O PUR PER ARTE
Como es finge, disimula ¿o no? Sólo quedar saber qué finge
Vaya, anónimo: otra esfinge preguntona que finge no querer lo que quiere.
Rubén: gracias por el guiño en tu blog. No conozco Bomarzo. Alguna idea (la imaginación llevada de la mano de Múgica Laínez) me hago. Presté el libro (sé muy bien a quien)y he tardado seis años en comprender que he de comprarlo de nuevo. Me fascinó. ¿El texto en italiano?
Es la inscripción de la esfinge de la entrada. Justo acabo de terminar El escarabajo, de Mújica Lainez. Fascinante, aunque no tanto como Bomarzo.
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