vividos, viajados o sencillamente imaginados






domingo, 28 de septiembre de 2008

fuera de mapa (V) Valle Inclán, ya otoño

El laberinto de amor y muerte de la Sonata de Otoño está en Galicia. Allí, en su tierra, situó Valle Inclán esta historia de reencuentros y despedidas. Como las otras tres, la Sonata de Otoño fue corregida continuamente por el escritor, rehecha durante toda su vida. La última versión de las sonatas es editada en 1933, inmediata al periodo en que Valle Inclán trabaja en Aranjuez como conservador del patrimonio y director del museo.

Estamos en 1931, aunque los jardines de Aranjuez ya eran viejos conocidos de Valle, a veces a través de una percepción tan similar a la de Rusiñol, cuya obra fue comentada y admirada por el escritor en diversas y anteriores ocasiones. Valle se instala en Aranjuez casualmente a los dos meses de morir el pintor. Son unos y otros jardines decadentes percibidos de un modo similar, donde el espacio y el tiempo no interesan, si acaso la condición de las estaciones.

El escenario de la Sonata de Otoño no me resulta ajeno: sin necesidad de viajar avanza la historia de Bradomín que, a decir verdad, es lo de menos. Los elementos que pueblan la Sonata, símbolos, y por ello más protagonistas que sus personajes, propician esta dulce confusión. Un paseo de otoño que no evita los rincones más prosaicos, me arrastra por las atemporales palabras de Valle.



"El jardín y el Palacio tenían esa vejez señorial y melancólica de los lugares por donde en otro tiempo pasó la vida amable de la galantería y del amor… ¡Hermosos y lejanos recuerdos! Yo también los evoqué un día lejano, cuando la mañana otoñal y dorada envolvía el jardín húmedo y reverdecido por la constante lluvia de la noche…


...Recorrimos juntos el jardín. Las carreras estaban cubiertas de hojas secas y amarillentas, que el viento arrastraba delante de nosotros con un largo susurro: Los caracoles, inmóviles como viejos paralíticos, tomaban el sol sobre los bancos de piedra: Las flores empezaban a marchitarse en las versallescas canastillas recamadas de mirto, y exhalaban ese aroma indeciso que tiene la melancolía de los recuerdos. En el fondo del laberinto murmuraba la fuente rodeada de cipreses, y el arrullo del agua, parecía difundir por el jardín un sueño pacífico de vejez, de recogimiento y de abandono".

Ramón del Valle-Inclán, Sonata de Otoño

sábado, 20 de septiembre de 2008

fuera de mapa (IV) Valle-Inclán



Lealtades en un calendario de soles eclipsados y lunas plenas. Paso de estaciones, cambio de vagón sin bajar del tren. Final de verano, aún verano.




"La gran llama de la pasión, envolviéndonos toda temblorosa en su lengua dorada, nos hacía invulnerables al cansancio, y nos daba la noble resistencia que los dioses tienen para el placer...
Y la niña Chole se estremecía en delicioso éxtasis, y sus manos adquirían la divina torpeza de las manos de una virgen. Pobre Niña Chole, después de haber pecado tanto, aún no sabía que el supremo deleite sólo se encuentra tras los abandonos crueles, en las reconciliaciones cobardes. A mí me estaba reservada la gloria de enseñárselo. Yo, que en el fondo de aquellos ojos creía ver siempre el enigma oscuro de su traición, no podía ignorar cuánto cuesta acercarse a los altares de Venus Turbulenta. Desde entonces compadezco a los desgraciados que, engañados por una mujer, se consumen sin volver a besarla. Para ellos será eternamente un misterio la exaltación gloriosa de la carne".

Ramón del Valle-Inclán, Sonata de estío

domingo, 14 de septiembre de 2008

todas iguales (ellas también)



Comparto la reflexión de mi paisano (cuyo nombre se me figura un baile de letras, silbante y aliterado, con el de aquel otro que también dejaba correr tinta por Getafe, Silverio Lanza).

Como decía, todas iguales: autobahn Kraftwerk, highway ACDC, autopista Intocables.
El peaje no garantiza el paraíso, aunque te deja cerca de él.


"...no tuve conciencia de estar allí hasta que nos apartamos de la autovía y comenzamos a circular por carreteras de segundo orden. Diríase que al hacer las autovías los contratistas se ocupan de lograr que sus flancos resulten anodinos, dondequiera que la autovía se encuentre. Será para mejorar la seguridad vial.

... Pronto salimos del casco urbano y enfilamos la autovía. Produce un malvado placer ir por la carretera con un coche de la Guardia Civil, y observar cómo todos fingen ir muy modositos a 120 durante el tiempo que tardan en rebasarte. Para permitírselo, y para no crear mayor peligro, se suele ir a 110, salvo emergencia. Chamorro seguía esa precaución, como otras, aunque siempre había quien te pasaba a 180 sin mayor reparo. Eso fue lo que nos pasó con un cincuentón en un Mercedes a la altura de Alcalá".

Lorenzo Silva, El alquimista impaciente

lunes, 8 de septiembre de 2008

romería



No sé si está admitido ir de romería a lomos de un blog, como a la que se convoca los ocho de septiembre en San Andrés de Teixido. Aunque yo el trabajo de la visita ya lo tenga adelantado, por aquello de que si no iba de viva luego me tocaba hacerlo de muerta.





“Manzanas generadoras y diosas de la fertilidad: no terminan ahí los argumentos de quienes ven un trasfondo dionisíaco en las devociones a San Andrés.
… También se dice que los juncos de Teixido tienen virtudes preñadoras. Y si no los juncos, desde luego las tienen el bullicio, promiscuidad, bailes y libaciones (con su pequeña siesta) que puntean la jornada del peregrino.



…Una ley no escrita prohíbe pisar reptiles en los alrededores del templo, pues la imaginación de los romeros ve en ellos almas en pena acudiendo de tal guisa a su cita con el santo”.

Fernando Sánchez Dragó, Gárgoris y Habidis

miércoles, 3 de septiembre de 2008

va por ustedes



El mantecado de Juncal es como la magdalena de Proust. Más allá de los toros. Como sustancia nutricia que sabe conducir por el callejón de la memoria.

Para vous, vousa y vuestros vousitos, que sois todos los que gustan de estas letras: no sólo los que se saben (y teatralizan) los guiones de Jaime de Armiñan ... también aquellos otros que adoran la poesía de las Vainica. O ambas cosas.



"Quién es la maravilla
que arma la marimorena?
Un torero de Sevilla
con sangre murciana en sus venas.
A Dios le rezo y pido
que le acompañe en la arena
la Virgen de los Peligros
y también la Macarena.
Juncal es un torero
más artista que Belmonte,
más valiente que Espartero,
triunfal con el capote,
genial banderillero.
Juncal es el lucero,
más brillante de la plaza,
más valioso que el dinero,
la sal de nuestra raza,
arrogante y bandolero
y muy cabal.
Juncal es un torero
más artista que Belmonte,
más valiente que Espartero.
Juncal es el primero,
Juncal, el caballero
ante el cual todos los hombres
nos quitamos el sombrero,
Juncal es el torero ¡Olé!
genial, inmortal ¡y Olé!
¡Olé, Olé tu salero!
No tienes rival ¡y Olé!
en la Fiesta Nacional!"

Vainica Doble