vividos, viajados o sencillamente imaginados






miércoles, 28 de abril de 2010

viaje reflejo

Ni en la tierra de Efímera, aquella que Foxá imaginó en el Atlántico camino de Argentina, es tan breve la primavera. El calor me traslada a ese otro perfil de Venecia, tal vez el más decadente entre la decadencia, mórbida y mortal. Y recuerdo la Venecia que me recordó a Aranjuez, allí donde los canales discurren entre la vegetación. El calor es insufrible. Un golpe que al menos aquí no mata, simplemente incita al viaje y a algunos ablanda la sesera.









"Eran ganas de viajar, nada más; por sentidas con una vehemencia que las potenciaba hasta el ámbito de lo pasional- y alucinatorio. De su deseo surgieron visiones (...) Y vio, vio un paisaje, una marisma tropical bajo un cielo cargado de vapores, un paisaje húmedo, exuberante y monstruoso, una especie de caos primigenio poblado de islas, pantanos y cenagosos brazos de río (...) Le hacía falta, pues, un paréntesis, cierto contacto con la improvisación y la holgazanería, un cambio de aires que le renovara la sangre a fin de que el verano fuese tolerable y fecundo".















"Recordó al melancólico poeta, al entusiasta cuyos ojos, en tiempos ya remotos, habían visto surgir de aquellas ondas las cúpulas y campanarios de sus sueños (...) y dejándose conmover por sensaciones ya condensadas en forma, examinó su serio y fatigado corazón por su algún nuevo entusiasmo o confusión, por si alguna aventura sentimental tardía pudiera estarla reservada aún al ocioso viajero".








"La imagen de la ciudad asolada e indefensa flotaba confusamente en su espíritu y encendía en él esperanzas inconcebibles, de monstruosa dulzura, que iban más allá de la razón".

Thomas Mann, La muerte en Venecia

martes, 27 de abril de 2010

no tengo otra cosa que hacer que ...

recuperar como puedo vuestros comentarios... y aun así, lo estoy haciendo.
Se han trastocado, algunos me han vuelto a entrar en la moderación, con otros no hay modo. En un rato intentaré buscar "los imposibles" (todos los de Paisaje de interiores) y transcribirlos. Algunos ya han podido ser retomados (los que como un eco han vuelto a presentarse a las puertas del infierno esperando mi veredicto), aparecen bajo mi nombre y entre paréntesis fecha y autor.
Dicho ésto ¿alguien sabe de qué va el asunto? y no me digan lo que sólo oigo al médico y al informático de cabecera "eso va a ser un virus".

domingo, 18 de abril de 2010

un viaje inesperado




No creo que Casanova encontrase en los días en que visitó Aranjuez, una trampa como la de esta semana; hubiese sido un billete de regreso a su isla. Yo pensaba que aquella mirada de la UNESCO, al evocar Venecia en los caces y caceras de Aranjuez, no era más que una generosa metáfora.



Y de pronto el sueño de Venecia pareció real. Un espejismo, a decir verdad, porque por debajo de la lámina de agua no había más de medio metro: disfrazada de ola tranquila quería lamer nuestros pies, en su camino urgente hacia el río, en su cauce de piedra improvisado. Las señales de tráfico, ociosas, jugaban al engaño. Los puentes, con y sin suspiros, se dibujaban a salto de bolardo. No hubo tiempo para sacar las falúas del museo, ni Farinelli que nos cantase. Pero escuché, entendí los susurros al oído, la hueca voz de las alcantarillas y el ronroneo de los imbornales. El olor era el mismo en un aire por el que el sol colaba azules indecisos y verdes resplandecientes. Aranjuez, por unos minutos, fue la ciudad de los canales. Luego, las viviendas anegadas, los sótanos inundados, los negocios chafados como un vestido tras la fiesta pagaban el viaje, mientras volvíamos a casa. Una vez más la realidad pudo a la ilusión.





jueves, 15 de abril de 2010

paisaje de interiores





Aquella vez la primavera les estalló entre cuatro paredes. A la luz del día. La ventana hacia un patio interior. Las horas por delante. Hacían cosquillas al cielo. Quería él que ella hablase de ella.
-¿Quién eres? -Las palabras más tarde. Y tanto. El tiempo le ha acercado a la verdad, pero sigue sin respuesta.
Historias de la Gran Vía, desde el otro extremo.



domingo, 11 de abril de 2010

sábado de pasión




inimaginable ¡aún me froto los ojos!

sábado, 10 de abril de 2010

felicidades, señora... gran señora




a la hora en que cierran los clubs, sobre todo





miércoles, 7 de abril de 2010

felicidades, señora





Madrid ha prendido una cinta sobre sus ropas con el nombre de la ciudad en el broche.

Cuando anochece se le ve la costura de hilo rojo infinito (RF dixit).

Hay luz verde -cae el día- en el escote de la Gran Vía.


"Con un suave balanceo voy por ahí
a la hora en que cierran los clubs
con un suave balanceo
sin sonreír más de lo necesario.

Tras algún signo de vida voy
no se quien soy ni donde nací
pero llevo un africano dentro de mi.

Con un traje nuevo
entra en la cafetería
un africano por la Gran Vía.

Con un traje nuevo
entra en la cafetería
un africano con traje y sombrero nuevo".


Radio Futura, Un africano por la Gran Vía