Luz y agua. Al final, para sobrevivir hemos de quedarnos con lo de siempre, con el latido de los buenos momentos. Sólo así se desdibujan la añoranza que no es cierta, las carencias supuestas, las caídas del alma a los pies. Pienso en esta primavera, que quiero llamar pasada. El calor me hace sentirlo así. Porque hasta hace dos días, estaba yo en que esta primavera pintaba más negra que la que Henry Miller regaló a su Anaïs. Ahora estoy libre de tentación. Miraba hacia atrás y los últimos días me impedían ver aquella Granada a la que tanto me aferro. Este año además, Granada ha sido tan distinta... Granada en primavera, compañeros de viaje de toda la vida y reencuentro con un viejo desconocido. De lo mejor de esta primavera. Que se pueda contar, claro.
"Me había olvidado de todo -padre, madre, alarde, ejércitos, Granada-, menos de aquel presente, apremiante y cálido, reducido al cuerpo de una muchacha que se bebía y devoraba el mío una vez y otra vez. Era como si estuviésemos solos en una barca en medio de la mar. Amenazados por la desaparición y por la muerte, nos había asaltado la recíproca urgencia de gozar. No éramos sino dos náufragos que se amparaban uno en otro, y se reconocían dándose placer... Una luminosidad amarillenta comenzó a dejar ver aquel lugar inverosímil... Después, exhausto, debí quedarme un momento dormido... Alargué la mano para acariciar el suave cuerpo de la mujer, pero no estaba. Su ausencia me despertó del todo. Me senté en el suelo y no vi a nadie. Por un instante, dudé de que alguien hubiese estado allí conmigo. Más tarde, muchas veces, he pensado que no. Me levanté tambaleándome. La lluvia había cesado."
Antonio Gala, El manuscrito carmesí
5 comentarios:
Qué pasada de fotos!
(no es muy académico el comentario, pero… es lo que me ha salido al verlas)
Comparto contigo el mismo pueblo y el amor por los paisajes y la literatura. Estupendo blog.
Pues nada, muchas gracias por esas palabras que siempre gustan.
A Álvaro, que sabe de sobra cuándo debe ser académico :)
A Ana, bienvenida. No sé en qué centro de aquí trabajas. Me he dado una vuelta rápida por tus blogs que sé que no es suficiente. Volveré a ellos con más detenimiento.
Ya lo dijeron antes: "Granada, tierra soñada por mí..." o "Vuelvo a Granada, vuelvo a mi hogar". Granada, siempre echando de menos los ojos que la bañaron en lágrimas de impotencia cuando miraban atrás. Granada, siempre con bombín blanco. Granada, mujer entrada en años ¿quizás?
Granada, año tras año. Granada, mujer, ya lo dije en otra ocasión, perpetuamente la tentación de la fruta madura. ¿Era de Miguel Ríos "Vuelvo a Granada"? Pues bien.ve.ni.do (otra vez).
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