Principio de una serie que ya empecé sin darle nombre: graffitis con plantilla o a pulso, epígrafes y epigramas, gramática y gritos en su tinta. Y algún que otro borrón en busca de cuenta.
El jardín de los poetas. Tras la puerta sólo queda la poética de los cascotes, de las piedras sobre las que crecieron las plantas desaparecidas. La excavación arqueológica sin fin hace el lugar más decadente que nunca. Con sus motos en la puerta, como un fotograma de película neorrealista. Motos de poetas enfermizos, tal vez entonces Quadrophenia.
OTOÑO URBANO EN ARANJUEZ (II)
Hace 3 días
4 comentarios:
¡Qué bien guardas el secreto!,jeje ¿Dónde está ese "Jardín de los poetas"
:D
Icíar, lo pone en la etiqueta :) Está en Cuenca, a un lado de esa cuesta tan tremenda de Alfonso VIII que lleva al centro, hay que encontrarlo, pero no es difícil.
Suertuda. Haber paseado por el jardín de los poetas... Moooola (que diría Bart Simpson)
Que ganas de visitar Cuenca, y mira que me lo repito veces!!!!!
Este rincón de momento me lo llevo en la memoria.
Un abrazo!
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