Cerrar, ladrar.
"¡Cuidado, no sea que vuestro destino se resuelva en la taberna! ¡Cuidado, no sea que los ingleses vayan a juzgaros al mismo sitio en que se reúnen a menudo para hablar sobre otros cadáveres y otras cuestiones: en un bar! ¡Cuidado! No sea que la última taberna que subsista al fin, cerrada y evitada como un lugar de perdición, sea ésta en que estoy bebiendo esta noche, simplemente porque es la peor taberna de la ciudad. Ten cuidado, no sea que este sitio en que estamos ahora acabe teniendo la misma fama que los tugurios en que los marinos se embriagan y las muchachas se echan a perder. .. Ya veremos, como dijo el viejo cervecero, si habrá algún perro que ladre cuando os vayáis... "
G. K. Chesterton, La taberna errante
1 comentarios:
más ¡qué bueno¡
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