vividos, viajados o sencillamente imaginados






miércoles, 23 de julio de 2008

tejados en flor


Por aquel entonces don Antonio ya tenía sus dificultades para encontrar buhardillas en Madrid, pero pudo recrearse en la visión limpia de las que asoman al Viaducto. Si das un paseo ahora para buscarlas, tómalo sin prisa y como un juego porque no se dejan ver así como así. Unas han desaparecido, otras se ocultan tras el espejo disuasor de mirones, aunque siempre hay alguna que no sabe esconderse a tiempo.

"Las guardillas son los ojos, el alma, la vida de los tejados. Un tejado sin guardillas es como un campo arado, pero yermo, de tierra colorada, arcillosa, que nunca hará germinar la amapola que es la guardilla. Las guardillas son las que formaban el paisaje urbano madrileño...

...paisaje austero, recio, como La Mancha, como Castilla, uniforme, sin concesiones al cromo o a la acuarela; paisaje hecho con la espátula de un pintor que fuera muy hombre y muy pintor él.

...La guardilla, habítela quien la habite y desnuda de adornos, es siempre alegre. Tiene esa alegría de lo primitivo, de lo sencillo; esa alegría de lo que está por encima de todo, de lo incontaminado".

Antonio Díaz-Cañabate, Historia de una taberna

8 comentarios:

el zurdo dijo...

En Lisboa y en Oteruelo Casilda y yo nos alojamos en sendas y estupendísimas buhardillas (como testimonian algunas fotos lisboetas de LDS) y, desde luego, da mucho gustirringuín.
En el parador de Oteruelo, justo sobre la cama, había una especie de claraboya para ver las estrellas que era la perfecta máquina de trance poético místico romántico y demás esdrújulos de grata evocación.

rubén dijo...

Yo siempre quise vivir en una. Eso sí es aspirar a lo más alto.

Anónimo dijo...

Son agradables estéticamente pero siendo realistas en el día a día pueden resultar incómodas, aunque tienen su gracia (yo viví cuatro años en un dúplex con el piso de arriba abuhardillado). En Aranjuez por la tipología heredada del XVIII son muy frecuentes, han encontrado en ellas una forma de sacar una altura habitable más de la permitida en fachada en las nuevas construcciones.

el zurdo dijo...

Por cierto, el título de esta entrada es precioso. Si es original tuyo, doble felicitación.

paisajescritos dijo...

Pues claro que el título es mío :):)(bueno, nunca se sabe, siempre hay alguien a quien se le ha ocurrido antes)
duplicadas gracias, y más si vienen de tí -por aquello de que estás acostumbrado a escribir-

Anónimo dijo...

Las mansardas fueron el invento francés para habitar bajo cubierta.#.

Anónimo dijo...

En realidad las mansardas no son invento frances, sino que se popularizaron en francia pero copiadas habilmente de la arquitectura italiana. Ya sabemos que los vecinos del norte tienen la muy noble tendencia de apropiarse de lo que les viene en gana.

Anónimo dijo...

Muy bucólico eso de las buhardillas ¿verdad? Me vais a perdonar pero vivir en una buhardilla era una auténtica putada. No tenían servicio, ni agua corriente (que no ya caliente). Sólo se podía estar de pie en el centro (nada que ver con los modernos duplex). De pequeño tenía algún amigo que vivía en buhardilla y maldita la gracia, coño.