Me sorprende el detalle (al que pocos ribereños, como nos hacemos llamar los de aquí, han llegado) que se grabó en los ojos de Cees Nooteboom, el viajero interminable que sabe que todos los caminos llevan a Santiago. Me hubiese gustado identificarle, encontrarle en las que debieron ser fugaces visitas a los jardines, allá por el año 2001.
Otros con más tiempo ven menos. Tanto se fijó en la vendimia que olvidó los sexos.
"Dioses y héroes griegos, una herejía inofensiva que logró expresar con mayor claridad que la propia época la nostalgia por lo más alto. (...) No han sido del gusto de todos. Aquí y allá faltan genitales, un brazo, una cabeza. Un pequeño sátiro de sonrisa irónica extiende lascivamente la mano rolliza bajo el ramo de uvas que cubre las partes pudendas de una ninfa. Paseo junto a estas imágenes oníricas, a las que se les permite vivir de día con tal que guarden silencio por siempre".
Cees Nooteboom, El desvío a Santiago
9 comentarios:
preciosa entrada y preciosa foto
no me olvido de que tenemos un paseo pendiente
¡Qué curioso lo que cuentas! He creído entender que Cees Nooteboom se debió referir a la escultura que pones. ¿dónde se encuentra la estatua? Me gustaría saberlo. ¡qué cosas!
Abrazos
Entrada tórrida, vive Zeus.
Pues sí, tiene pinta más bien de fauno. De vez en cuando tiene patinazos así.
Subiré otra foto para que lo veais bien y en su espacio, en el puente que sobre la ría está al lado del Palacio, una especie de puente de los suspiros. Para que cuando os acerquéis por aquí reparéis en ello.
Es cierto, se trata de un hombre, yo creo que Baco. Para mí el detalle más tórrido es la mano del "Baco" sobre la cabeza.
Gracias "fieles seguidores". Es lo que tiene el estar "de obras": los trenes pasan con menos frecuencia. Volveré al ritmo de antaño, de momento éste es mi ritmo.
¡Que buena olor la de la vendimia!
El lazarillo, la lazarilla, van donde hay uvas…
Yo también…
Yo también quiero más fotos.
Magda, un beso.
Bueno, si las uvas pudieran surgir en alguna zona de nuestros cuerpos, lo harían ahí. Bueno, también podrían nacer allí.
Un beso.
Cuidado con los tiempos que corren, en los que mezclar niños, uvas y entrepierna convierte el arte en algo horrible. Pobre Nabokov, ya no huye con su Lolita.
Tranquilo, Navokov, que Lolita ya está talludita.
Publicar un comentario