Las listas son líneas continuas que trazamos para no caer en la cuneta. Tal vez no sea suficiente con los listados interminables del banco, escupidos por la máquina registro tras registro. Listas de tareas, de la compra, de lo que tengo que contarle al médico, listas de viaje. Listas de novios (de novios, no de bodas). Listas tristes, como la contabilidad del autónomo o la ficha del funcionario. Lista de listas. Como alerta, como guardia que nunca baja. Como la casa en orden que espera la visita anunciada. Esfuerzos mentales anticipados. Preferencias sometidas a orden de marketing. Ranking de gustos imprescindibles metidos en cintura. Autoimpuestas, tal vez necesarias ... injustas en su medida: ni todos los que son, ni todos los que están. Un tanto vergonzantes (a veces motivo de orgullo), justo antes de que llegue el momento mejor: ¿cómo te desdices de la lista?. Por favor, dejadme una lista con cinco opciones.
Todo esto porque el otro día me afirmaron ante un cuadro de X "ésta es mi mano favorita de toda la historia del arte". Nunca me había parado a pensar en ello...
Todo esto porque el otro día me afirmaron ante un cuadro de X "ésta es mi mano favorita de toda la historia del arte". Nunca me había parado a pensar en ello...
“Habla sin parar, y todo lo que dice le sale más o menos atropellado. Habla mucho de música, pero también habla de libros (de Ferry Pratchett, o de cualquier otra cosa en la que salgan monstruos, planetas y esas historias), y habla de películas y de mujeres. Pop, chicas, etc., como decía el disco de los Liquorice Comfits. Pero su conversación no pasa de ser una simple enumeración: si ha visto una buena película, no te describe la trama ni tampoco qué sensaciones tuvo al verla, sino que te dice en qué lugar de su lista de mejores películas del año figura, o en qué lugar de su lista de mejores películas de la década o de mejores películas de todos los tiempos: piensa y habla solamente en listas de los cinco o diez mejores de lo que sea… “Vega tíos. Las cinco mejores pelis de Dustin Hoffmann”, O solos de guitarra, o discos grabado por artistas ciegos,… o caramelos que se vendan en frascos de cristal”.
Nick Hornby, Alta fidelidad
3 comentarios:
Supongo que el título será 'especial listas' ¿no?
Lo siento. Imposible darte listas, soy antilistas. Basta pensar en una y no me viene nada a la mente.
Orden sí, pero sin listas ni plazos, ya tengo bastante con mi trabajo, que funciona a base de listas, para no olvidarme, y de plazos.
Sin listas, ni siquiera para prepararme la maleta, ni los sitios a visitar. Sobre la marcha y ya veremos, son mis frases preferidas, y me cabreo si me aprietas demasiado con preguntas ¿qué comemos? ¿dónde vamos mañana?...
Deseando estoy de ver qué listas te dan.
algún día, cuando nos tomemos ese café/copa que tanto me gustaría tomarme contigo, te contaré qué listas hacía yo de niño (hay algo de esto en el Gran Gatsby de Fitzgerald): gracias por el guiño. Alvaro
Icíar, he modificado la grafía del título, sólo quería decir especialistas en listas, pero lo de especial listas también vale. Las listas pueden llegar a ser juegos: el juego de listas de grupos me lleva a cuando era moza. Aún sigo teniendo mi lista de cinco grupos de entonces, hoy modificada. El libro de Hornby refleja nuestras neuras y tal vez sea bastante gente la que en algúnb punto se sienta identificada. Y los viajes... suelo apuntar qué quiero ver, llevo reseñas de ... sobe todo y últimamente bares (en España, claro). Pero cada vez menos.
Álvaro, comenzaré a hacer la lista de los sitios donde podemos tomarnos esa copa (mejor que café), aunque luego seguro que improvisamos. Cada vez me gusta más entrar en el primer sitio que encuentro. Lo de "El gran gatsby" lo repasaré, lo leí hace mucho tiempo y lo tengo olvidado.
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