Hoy quiere el invierno decir adiós en escala de grises, cabezón, sin dar su brazo a torcer. Como si negase el paso a una primavera que deseamos brillante, luminosa, delicada. Sin esquinas rotas. Primavera esplendente que sólo puede ser si el invierno es. Colmada de gratitud por tanto sacrificio de gotas de insistencia, lentas y constantes en su esfuerzo por alimentar el aire de los suspiros y la tierra de las andanzas.
Un poquito de atención, que sale la vida de su escondrijo, hoy.
8 comentarios:
Al borde del infarto tras barrido/fregado de la escalera de mi kippelizado inmueble (aquello de ser único propietario residente me convierte en guardés honorario), con media lengua todavía fuera, resulta reconfortante esta entrada.
Y más reconfortante aún un aperitivo cóctel de esos que te regalas en ocasiones especiales (no necesariamente gratas).
Yo de momento me voy a reconfortar en un picnic de esos de ahora, domesticados, al Cortijo de San Isidro.
'Jodido' ha sido este invierno. Demasiado 'eficiente' y trabajador ha sido para mi gusto. Demasiado a pecho se ha tomado su trabajo.
Tanto que si creyese que pudiera ser, hubiera pensado que el invierno se ha confabulado con la lluvia, la nieve, el frío y las compañías energéticas para ser más gris y frío que nunca, y para que con los bolsillos un poco más vacíos dudemos de si lo del cambio climático es o no es verdad.
Como siempre, Magdalena, en mi línea, para no dejar de ser pesada: ¡escribes bien, muy bien¡
Preciosa foto.
Bienvenida la primavera. Pero la vida ya estaba, ¿eh? Que a mí me gusta el invierno.
Blanco, eh, que no me disgusta el invierno, claro que la vida estaba, escondida, aletargada. Otra cosa es que con inviernos como éste una dude de los cambios climáticos (Icíar :) ). No nos empeñemos, que la naturaleza siempre puede al hombre, que ya lo decía Novalis y lo pintaba Friedrich. Sin ir más lejos en el tiempo. Seguro que Rubén ya tiene in mente algún viaje ahora que el tiempo acompaña un poco más.
Yo, que no nací con el don de la palabra, siempre me quedo boba, y me lo paso 'bomba' con los juegos de palabras, no de los del tipo: un tigre, dos tigres tres tigres, no, con esos no, que tampoco me salen. Me lo paso genial con los juegos de palabra de esos que dicen con mucho ingenio cosas inteligentes, como la 'pelea' de Cyrano de Bergerac en el mercado.
Todo este rollo, para decirte, que me acuerdo de un personaje que no me acuerdo quién es, que salía en la tele, le decía el público a él cada uno una palabra, y él en el acto, componía un texto ingenioso e inteligente. Me maravillaba.
Bueno, pues hoy, con los mensajes de cada uno de nosotros, has hecho eso mismo. Genial¡
Icíar, que tu desahogo en torno a un invierno jodido no estaba nada mal: me hizo gracia la confabulación del invierno con las compañías eléctricas. Como si el invierno hubiese dicho "aquí estoy yo, que entinedo de estas cosas".
Del personaje ese de la tele no recuerdo nada. Estaría bien que alguien nos refrescase la memoria.
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