"Me acuerdo de la luz húmeda y dorada tras los días de lluvia y del verde de la hierba recién aparecida en los intersticios del empredado y de la intensidad con que el sol relucía en ella y me veo a mí mismo desde mi distancia y mi estatura de adulto buscando insectos para guardarlos en una caja de cerillas...imaginándome aventuras que agrandaban el tamaño de los lugares y las cosas, que convertían los mínimos tallos de hierba en árboles de un bosque... y el portalón cerrado de la Casa de las Torres en la muralla de un castillo..."
"Pensó que ya era tiempo de ir regresando hacia Mágina, ahora que la ciudad no podía herirlo ni atraparlo, de regresar con Nadia para mostrarle los lugares que ella apenas recordaba y caminar abrazado a ella bajo los soportales del General Orduña, por la calle Nueva, por el Paseo de Santa María, por las calles empedradas que conducían a la plaza de San Lorenzo y a la Casa de las Torres, hablándole al oído, rozándole el pelo con los labios, estrechándola con una pasión y una certidumbre de pertenecerle que a los dieciséis años le había parecido imposible encontrar".
Antonio Muñoz Molina, El jinete polaco
Recuerdos de la infancia y de la adolescencia hechos monólogo. Mágina más que imaginada, evocada. Un paseo que es el deseo de mostrar a quien amamos, ahora que nos hemos conocido, los rincones en los que crecimos, cuando no éramos lo que somos, aquellos rincones en los que fuimos antes de conocernos.
4 comentarios:
Te costó disparar, al ver las fotos se nota que había sol, nubes y también mucho frío. Que visita tan rápida. Un beso
"...ahora que la ciudad no podía herirlo ni atraparlo"
Me gusta. Otra laguna que cubrir.
Rubén ¿te refieres a Úbeda o al jinete polaco? Ambos son especiales. La primera aun cuando hace frío.
Me refería al jinete polaco, pero Úbeda es otra laguna...
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