vividos, viajados o sencillamente imaginados






miércoles, 2 de diciembre de 2009

escalas





Hay dulzura entre las piedras inmortales. Agresividad y ternura en esa invitación a meterse en boca de, de este Cañón del Río Lobos. Aquí la iglesia (obra templaria, único vestigio del cenobio primitivo) tiene un nosequé de certificado de misterio, aunque carece del poderío sobre el paisaje del que hace gala la de Segovia. Ni el templo pétreo - ingenuo y bienintencionado- que levanta el hombre, ni mucho menos el hombre mismo, pueden competir con la naturaleza. La reducida escala del individuo obliga a cambiar el "ante" la naturaleza por el "dentro de". Es esta misma naturaleza la que en su prodigalidad dialoga con la caducidad humana: los dos olmos secos de perenne invierno.


"La idea de referirse a la historia del universo como a la del hombre, y de hallar únicamente relaciones y acontecimientos humanos, es una idea difundida en todas partes y que, en el transcurso de los años más diversos, resurge sin cesar, bajo la apariencia de nuevas imágenes; puede decirse que siempre ha ejercido, más que otra cualquiera, una influencia maravillosa y una fuerza de persuasión muy grande. El carácter accidental de la naturaleza parece también unirse de por sí a la idea de personalidad humana y, de ese modo pudo ser entendido más fácilmente. Por tal razón, fue la poesía el instrumento favorito del amigo de la naturaleza; y en los poemas es donde más claramente se ha manifestado el espíritu de la misma. (…) El que quiere conocer su alma, a fondo, debe buscarla en compañía del poeta, pues sólo así se manifiesta y su corazón maravilloso se prodiga. Pero aquél que no lo ama de todo corazón, y sólo la admira y la busca en sus detalles, ése, debe visitar cuidadosamente sus hospitales y sus osarios.


(…)¿Crees que interpretas lo que significa el humor de la Naturaleza? ¿Cómo es posible que, siendo joven aún, no sientas en tus venas el orden de la juventud? ¿No llenan el amor y el deseo, tu pecho? ¿Cómo puedes permanecer en la soledad? ¿Es acaso la Naturaleza solitaria? La alegría y el deseo huyen del que está solo; y, ¿para qué sirve la Naturaleza, sin deseo? Este último únicamente entre los hombres vuelve a encontrar su patria, el espíritu, el cual, bajo mil colores variados, penetra en los sentidos y rodea como una amante invisible".

Novalis, Los discípulos en Sais

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La iglesia de "San Bartolo" se ha interpretado a la luz de los caballeros del Temple, su importante riqueza iconográfica. Fue un enclave importante de la orden en la Península.#.

paisajescritos dijo...

Aunque prevalece la mirada "científica",uno se deja llevar por la ensoñación y la nostalgia de ciertos misterios. Hay mucho de pseudociencia en esto de los Templarios, pero como condimento, un pellizquito de sal, acompaña.