vividos, viajados o sencillamente imaginados






sábado, 17 de octubre de 2009

bosque diminuto




 


Lija placentera en mejilla de varón, alfombra sobre el pecho, destellos de una axila, cojín para las ingles, una nuca tras la poda. “El musgo es el peluquín de las piedras”, decía Ramón Gómez de la Serna.
Aleixandre lo encontró en el vientre sosegado. Es el musgo que ambienta los parajes tétricos de Villiers o Poe y tapiza la melancolía de Machado y Bécquer. Es el oficio de escribir para Valente. El tiempo que pasa de Lorca. El musgo, de Baudelaire a Rimbaud.
Musgo palpado, conocido, prendido para siempre entre los dedos.











Dime pronto el secreto de tu existencia;
quiero saber por qué la piedra no es pluma,
ni el corazón un árbol delicado,
ni por qué esa niña que muere entre dos venas ríos
no se va hacia la mar como todos los buques.
Quiero saber si el corazón es una lluvia o margen,
lo que se queda a un lado cuando dos se sonríen,
o es sólo la frontera entre dos manos nuevas
que estrechan una piel caliente que no separa.
Flor, risco o duda, o sed o sol o látigo:
el mundo todo es uno, la ribera y el párpado,
ese amarillo pájaro que duerme entre dos labios
cuando el alba penetra con esfuerzo en el día.
Quiero saber si un puente es hierro o es anhelo,
esa dificultad de unir dos carnes íntimas,
esa separación de los pechos tocados
por una flecha nueva surtida entre lo verde.
Musgo o luna es lo mismo, lo que a nadie sorprende,
esa caricia lenta que de noche a los cuerpos
recorre como pluma o labios que ahora llueven.
Quiero saber si el río se aleja de sí mismo
estrechando unas formas en silencio,
catarata de cuerpos que se aman como espuma,
hasta dar en la mar como el placer cedido.

Vicente Aleixandre, Quiero saber


4 comentarios:

Icíar dijo...

Si esto es tuyo:
'Lija placentera en mejilla de varón, alfombra sobre el pecho, destellos de una axila, cojín para las ingles, una nuca tras la poda'.

Me encanta. ¿Lo es?

paisajescritos dijo...

Sí. Me alegra que te haya gustado.

el zurdo dijo...

Algunas de estas fotos parecen como listas para ser comentadas por David Attenborough en alguno de sus documentales más botánicos.

paisajescritos dijo...

Fernando, me has revelado un nombre desconocido. Seguiré su pista, más ahora que se habla de él a raíz del Príncipe de Asturias. Una curiosidad ¿se marca el mismo lento ritmo que el hermano?