vividos, viajados o sencillamente imaginados






martes, 4 de agosto de 2009

claroscuros


“¡Qué hermosa resultaba la escapatoria! Solos y errantes; como si el mundo no existiera; como si toda la Naturaleza fuese para ellos; pasando por cerca de las alquerías dormidas, dejando atrás la ciudad sin que nadie se diera cuenta de aquel amor que, en su entusiasmo, se desbordaba, saliendo del misterioso escondrijo para tener por testigos el cielo y el campo”.


“Rafael sintió el roce de la vida misma de placer y pasión que absorbía en los libros como vino embriagador, y aunque de lejos, admiró en Milán la dorada y aventurera bohemia de los cantantes (…) Rafael recordaba este mundo extraño, visto ligeramente en los pocos días que permaneció en Milán. Se imaginaba la adolescencia de Leonora en aquella gran ciudad, formando parte del innumerable rebaño de muchachas que trota graciosamente por las aceras… La veía pasando por la Galería (…) mirando asombrada con sus ojazos verdes aquella ciudad fría y tumultuosa, tan distinta de los cálidos huertos de su niñez.”

Vicente Blasco Ibáñez, Entre naranjos


Los jardines de placer suplen en la distancia los campos plenos sin puertas. Allí no faltan los naranjos (ni los arrayanes, los bojes, los limoneros, los jazmines), transplantados para quedar ya entre rejas, acotados y ceñidos. Pero el jardinero no tiene suficiente, sigue empeñado en vigilar y aclimatar los arrebatos que los amantes han desplegado sobre la tierra y bajo la luz.

Sol o luna, esta luz entre naranjos es tan cierta como la sombra que Milán arroja sobre pasiones que no se agotan y pasados que no se esquivan. Al fin y al cabo hechos y deseos, como cualquier vida. Como las mismas novelas de Blasco Ibáñez, tenebristas, radicales hasta decir basta, sacadas de quicio, pero de vez en cuando gratamente cegadoras.


3 comentarios:

Icíar dijo...

Jajajaja, ¿sabes lo curioso de todo?, ayer me hice seguidora de tu blog.

Gracias por tu comentario en el mío.

paisajescritos dijo...

Feliz encuentro: gracias, confío en visitas mutuas. Reitero lo dicho, como es el reconocer y agradecer el papel "celestinesco" (por no salir del ámbito de los libros) de Álvaro.

Icíar dijo...

Cierto, me encanta ese blog y todos los que acudís a él.

Nos vemos en septiembre.