vividos, viajados o sencillamente imaginados






sábado, 21 de marzo de 2009

con un pie en la luna

No dejan de sorprenderme esas lunas llenas que no caben en sí, posiblemente hinchadas de gozo. Dicen los entendidos que este 2009 ya ha tenido su luna llena más grande en el mes de enero. Y que en los últimos veintidós años no ha habido otra como la de junio de 2005. Vuelvo (y no por última vez, que volveré) al viaje sin salir de casa. En este caso, mejor dicho, al espectáculo sin precio (Maistre, a quien recordábais estos días atrás, lo cuenta muy bien). Siempre hay lunas llenas en noches impagables, pero que conste que la luna me gusta siempre, se ponga como se ponga.



"¡Cuán pocas personas, me decía a mi mismo, disfrutan ahora conmigo el espectáculo sublime que el cielo muestra inútilmente a los hombres aletargados!... Bien está, tratándose de los que duermen; ¿pero qué les costaría a los que se pasean, a los que salen en tropel del teatro, mirar un instante y admirar las brillantes constelaciones que irradian por todas partes sobre sus cabezas? No; ... van a volver estúpidamente a su casa, o donde sea, sin pensar que el cielo existe... ¡Qué cosa más rara!... Porque se le puede ver con frecuencia y gratis, no quieren mirarlo. Si el firmamento permaneciese siempre velado a nuestra vista; si el espectáculo que nos ofrece dependiera de un empresario, los palcos de preferencia en los tejados valdrían un dineral y las damas de Turín se disputarían con furor una luneta".

Xavier de Maistre, Expedición nocturna alrededor de mi cuarto

3 comentarios:

Adelarica dijo...

la pura, la purita verdad
personalmente, desconfío de casi todo aquello por lo que me cobran
cada vez hay menos gente que cae en la cuenta de una verdad sencilla (tanto que pasa desapercibida): las mejores cosas de la vida nos son dadas gratis et amore
he puesto la foto de la luna, la primera, como fondo de pantalla de mi ordenador (que no se entere la SGAE)

Anónimo dijo...

¿Quién mide la luna? ¿Cómo se mide la luna? En todo caso, medimos la imagen de la luna, no la luna misma. Esa luna es para los científicos. La otra, la que puede ser grande o pequeña, triste o sonriente, esa luna es la luna de las prosas, de los versos, de las músicas, de la nostalgia, de la melancolía, de la alegría. La luna que pone luz a los abrazos.

paisajescritos dijo...

Álvaro, "mi arte" no creo que interese a la SGAE (porque no tiene precio :) ). Anónimo, supongo que la luna que no es de los científicos es la que nos corresponde, como dice Álvaro, gratis et amore. un placer leeros (gratis, también).