vividos, viajados o sencillamente imaginados






viernes, 27 de marzo de 2009

con razón

Hoy se viaja por tantos motivos... aunque tendemos a pensar que viaje es sinónimo de "viaje por placer", fenómeno relativamente reciente, más o menos libre de riesgo, totalmente democratizado.
Pero no siempre fue igual. Ahí está el viajero Jerónimo Münzer, que se presentó en España para ver cómo colaba la participación alemana en el descubrimiento de América. Aquello fue entre 1494 y 1495. Hasta aquí la parte oficial. Porque también nos cuentan que tanto esta expedición como su paseo por Italia tuvo otra causa: abandonó su residencia en Nuremberg literalmente huyendo de la peste. Y en vez de refugiarse en los alrededores, como los cuentacuentos florentinos del Decamerón, le buscó de otro modo el beneficio a las circunstancias: se hizo con un buen cuaderno de ruta (su circuito parece una oferta turística -Toledo, Barcelona, Santiago, Granada, Madrid, Lisboa-), armándose de tiempo y de ganas de disfrutar. Y no sólo eso, se marcó el detalle de dejarnos sus vivencias por escrito.



"Está en una hermosa llanura, en las faldas de unos montes altísimos. El monasterio de Poblet está edificado con tantos y tan grandes palacios, patios, bodegas, claustros y con la ancha muralla que lo rodea, que lo creerías un castillo. Todos los edificios están recubiertos de piedra cortada y cuadrada, tan firme, que pensarías está fabricados contra el paso del tiempo".

Jerónimo Münzer, Viaje por España y Portugal.

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