vividos, viajados o sencillamente imaginados






sábado, 22 de noviembre de 2008

peregrinos



No es frecuente que un escritor justifique su inspiración y trufe su poesía con una exposición de motivos. Más aún si este escritor es del siglo XIII.
¿Cómo serían las metas del peregrino por entonces? Sin Obradoiro barroco. Sin Vaticano miguelangelesco ni berniniano. Tornadizo aspecto de las ciudades sobre el que prevalece el sentimiento.



“Y escribí el soneto que comienza Peregrinos que pensando vais. Y dije “peregrinos” según el sentido estricto: en sentido amplio peregrino es todo aquel que está fuera de su patria; en sentido estricto, sólo es peregrino quien va hacia la casa de Santiago o vuelve de ella. Conviene saber que las gentes que caminan para servir al Altísimo reciben propiamente tres nombres: se les llama palmeros si van a ultramar, de donde muchas veces traen la palma; peregrinos, si van a Galicia, ya que Santiago fue sepultado más lejos de su patria que ningún otro apóstol; romeros, si van a Roma, que es adonde iban estos que llamo peregrinos.
No divido este soneto, pues lo explica suficientemente su razón.

Peregrinos que pensando vais en algo que quizá no está presente,
¿venís de tan lejana tierra, como vuestro aspecto muestra,
que no lloráis al cruzar la ciudad doliente por su centro,
como personas que nada parecen comprender de su tristeza?
Si os quedáis a oírlo, el corazón entre suspiros me dice que luego marcharéis llorando.
La ciudad ha perdido a su Beatriz;
y las palabras que pueden decirse de ella tienen el poder de hacer llorar a los demás”.

Dante, La vida nueva

1 comentarios:

Alvaro de la Rica dijo...

No es tan infrecuente la necesidad de explicarse. Pero frecuente o infrecuente, en todo caso el texto que traes a tu blog es bellísimo. La alegoría del camino es central en Dante y la asociación ciudad/dolor me parece profética.