vividos, viajados o sencillamente imaginados






martes, 28 de octubre de 2008

un dublinés

En días como éstos, de difuntos y santos, Joyce ordena con sus palabras nuestros pensamientos.

"Sin embargo, -continuó Gabriel, con una inflexión más delicada-, las reuniones como ésta no pueden evitar el acoso de pensamientos más tristes, rememoraciones del pasado, de la juventud, de cambios, de rostros que esta noche echamos de menos. Nuestro paso por la vida está profusamente sembrado de tan tristes memorias a las que acudimos con melancolía siempre que nos resulta imposible hallar el modo de afrontar con coraje nuestra labor entre los vivos. Todos tenemos deberes y afectos que re­claman, con razón, nuestro esfuerzo más cons­tante y tenaz. De modo que no me entretendré en el pasado. No permitiré que ningún tétrico moralismo se introduzca esta noche entre nosotros".

James Joyce, Los muertos

4 comentarios:

Alvaro de la Rica dijo...

"La cuestión, naturalmente, es si los muertos dicen algo o si se limitan a estar ahí y a entonar una especie de cantus firmus, un coro semioculto que cada uno interpreta después a su gusto. En el famoso cuento de Joyce, ¿qué papel juegan los muertos? Me refiero desde el punto de vista de los vivos. ¿Son acaso los que los congregan en fecha tan señalada como la Navidad? ¿son puros fantasmas o meros recuerdos, o sea nada? No es fácil concluir qué diría Joyce de esto. Yo me inclino a pensar que a él le gustaría que no fuesen nada aunque en el fondo nunca pudo olvidarse de ellos ni de su formación católico-irlandesa. La verdad es que le han hablado y que con ellos se ha sentido en familia"

Adelarica dijo...

Unas fotos increibles; enhorabuena por el blog

Anónimo dijo...

"Tu corazón quizá, pero ¿qué le importa al tipo en el seis pies por dos con los dedos de los pies en las margaritas? Eso no lo toca. Sede de los afectos. Corazón partido. Una bomba, después de todo, bombeando miles de galones de sangre por día. Un buen día se atasca y ya estamos. Montones de ellos yaciendo por aquí: pulmones, corazones, hígados. Viejas bombas oxidadas: al cuerno lo demás. La resurrección y la vida. Una vez estás muerto estás muerto. La idea del último día"
ULISES, James Joyce

Anónimo dijo...

Álvaro, ya lo indiqué en tu rincón, opiniones como la tuya alegran la vida (a propósito en esta sección muertos). Sobre la línea de tu reflexión, intuías bien, he ahí al mismísimo Joyce dando una respuesta: sesudo y anónimo trabajo de documentación. Alguien que encuentro que ha leído el Ulises: ya podrías identificarte. Por darme ese placer.
Sin contradecir todas estas opiniones, recuerdo aquello de más o menos "los vivos son los que entierran a los muertos, no los muertos a los vivos". No nos dejemos caer en la trampa.